El Hospital Universitario Infanta Cristina, en el municipio de Parla, ha otorgado un diploma de reconocimiento a la labor asistencial de dos policías del Cuerpo Nacional de Policía de la localidad que salvaron la vida a un bebé que llegó a la comisaría en parada cardiorrespiratoria. Ambos agentes habían sido formados por los profesionales del centro sanitario en un curso de formación en RCP y DEA.
El director médico del Hospital Infanta Cristina, Juan Torres, ha sido el encargado de entregar los diplomas, acompañado de los responsables del curso. Torres ha resaltado “la rápida reacción de los policías y su formación en primeros auxilios nos han permitido salvar una vida, que es lo importante”. El director médico insistió en que “si seguimos el protocolo, como en este caso, habrá más finales felices. Cuando alguien entra en parada cardiorrespiratoria, lo primero es llamar al 112 y luego se procede a dar los primeros auxilios al afectado hasta que lleguen los profesionales sanitarios o se pueda proceder al traslado a un centro hospitalario”.
Los policías, AFC y FJC, agradecieron el reconocimiento, “pero, sobre todo, la formación en primeros auxilios” que recibieron en este centro hospitalario, y que hizo posible el desenlace feliz. Para FJC “fueron momentos realmente duros, y no sabíamos si íbamos a conseguirlo, pero nos fue saliendo lo aprendido en primeros auxilios. Al observar que presentaba síntomas de asfixia e iba a peor, realizamos la maniobra de Heimlich y el bebé reaccionó finalmente”.
Por último, el comisario de la Policía Nacional en Parla, Dionisio Martín, ha querido agradecer al Hospital “la enorme labor de formación que está realizando con los cuerpos y fuerzas de seguridad, que han visto su fruto en este caso, pero que seguro que nos será de mucha utilidad en el futuro”. El comisario alabó así mismo “el arrojo y sangre fría” de sus dos agentes durante las labores de reanimación del bebé.
Curso de formación para reaccionar frente a la parada cardiorrespiratoria
La parada cardiaca súbita extrahospitalaria es un problema de primera magnitud para la salud pública. En el mundo industrializado afecta entre 30-55 personas por cada 100.000 habitantes y año, de las que en el mejor de los casos sólo un 8% sobrevive. El inicio de medidas de reanimación de forma precoz aumenta la posibilidad de supervivencia. Por ello se intenta mejorar la respuesta ante este trastorno, implicando a un amplio abanico de personas, ciudadanos en general, componentes de las fuerzas de seguridad o sistemas de emergencias no sanitarios, familiares y personal sanitario de los diferentes escalones asistenciales. En el Hospital Infanta Cristina se imparten por parte de los profesionales del Servicio de Medicina Intensiva y Servicio de Pediatría, cursos de formación en Reanimación Cardiopulmonar (RCP) en adultos y en niños, con el fin de realizar una atención precoz fuera del Hospital y mejorar el pronóstico de estos pacientes.
En el curso impartido a las fuerzas de seguridad se forma a estos profesionales en reanimación cardiopulmonar básica así como en el uso de desfibriladores automáticos (DEA) disponibles actualmente en distintas localizaciones como pueden ser centros comerciales, polideportivos, aeropuertos… . Estos dispositivos son aparatos seguros y efectivos, de fácil manejo, que permiten iniciar la desfibrilación antes de que llegue la ayuda de los profesionales sanitarios, consiguiendo un mayor porcentaje de paradas cardiacas recuperadas, con buena función neurológica, que si no se usa o se utiliza con retraso.
Durante el curso los alumnos aprenden a identificar la situación de parada cardiorrespiratoria (PCR), mediante la valoración del nivel de conciencia, la apertura de la vía aérea y la valoración de la respiración. Se les instruye en una respuesta asistencial siguiendo el plan de acción que conocemos como CADENA de SUPERVIVENCIA que se inicia con la solicitud de ayuda una vez reconocida la situación de parada. Adquieren habilidades en la realización de compresiones torácicas así como en la ventilación que conocemos como “boca a boca” y aprenden los algoritmos de manejo de la situación de parada cardiorrespiratoria hasta la llegada de los profesionales sanitarios.
De forma complementaria, en el curso se les enseña además a identificar pacientes con obstrucción respiratoria por atragantamiento y formación en manejo de estas situaciones, incluida la maniobra de Heimlich.
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